lunes, marzo 17

Colombia aprueba el divorcio unilateral: una reforma que redefine el matrimonio

El Congreso de Colombia aprobó una reforma histórica que introduce el divorcio por decisión unilateral, conocido popularmente como “divorcio exprés”. La medida fue avalada por la Cámara de Representantes este martes, tras haber recibido previamente el respaldo del Senado, y ahora deberá pasar por un proceso de conciliación antes de ser enviada al presidente Gustavo Petro para su sanción definitiva. Este cambio legal redefine el concepto del divorcio en el país, al eliminar la necesidad de acuerdos mutuos o causas específicas para disolver un matrimonio.

La reforma modifica el artículo 154 del Código Civil, añadiendo como nueva causal de divorcio el simple deseo de una de las partes de no continuar con la unión. Según el representante Julio César Triana, del partido Cambio Radical y principal impulsor de la iniciativa, esta medida busca modernizar las leyes matrimoniales colombianas, adaptándolas a las realidades sociales actuales. “Es una necesidad que responde a los derechos individuales. Si alguien ya no quiere seguir casado, no tiene que justificarlo”, afirmó Triana.

Con esta modificación, una persona que desee divorciarse podrá presentar su solicitud ante un juez o un notario, sin necesidad de que su cónyuge esté de acuerdo ni de argumentar causales tradicionales. Este cambio simplifica un proceso que, hasta ahora, requería la existencia de situaciones específicas como infidelidad, violencia, abandono o separación de cuerpos prolongada. La normativa vigente contempla nueve causales de divorcio, entre las que se incluyen relaciones sexuales extramatrimoniales, incumplimiento de deberes legales, tratos crueles o consumo habitual de alcohol o drogas. Ahora, el deseo unilateral de terminar el matrimonio se sumará a esta lista.

Para Triana, esta reforma no solo es un paso hacia el respeto por la autonomía individual, sino que también puede tener un impacto positivo en la reducción de la violencia intrafamiliar. “Cuando dos personas ya no pueden convivir porque una de ellas no siente nada por la otra, esto genera conflictos que muchas veces desembocan en agresiones. Con esta medida, buscamos evitar el sufrimiento innecesario y proteger a las familias, especialmente a los hijos”, explicó el legislador.

El proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de Representantes con 89 votos a favor y 11 en contra, reflejando un amplio respaldo entre los congresistas. Sin embargo, no estuvo exento de críticas. Luis Miguel López, representante del Partido Conservador y uno de los principales opositores a la iniciativa, argumentó que el divorcio exprés podría desvalorizar el matrimonio como institución. Según López, esta medida facilita que las uniones matrimoniales se perciban como algo desechable, erosionando su importancia en la sociedad. “El matrimonio es una institución que debemos proteger. Este tipo de reformas lo convierten en algo que se abandona fácilmente al primer problema”, expresó.

A pesar de las opiniones divididas, la aprobación del divorcio unilateral responde a una tendencia global hacia la simplificación de los procesos de separación. En muchos países, el divorcio basado únicamente en la voluntad de una de las partes ya es una realidad consolidada, y Colombia se suma ahora a esta dinámica. La medida busca facilitar a las personas la posibilidad de tomar decisiones sobre su vida personal sin tener que justificar sus motivos ante terceros, eliminando trámites que en ocasiones eran largos, costosos y emocionalmente desgastantes.

Si bien los defensores de la reforma celebran este avance como un hito en la lucha por los derechos individuales, los críticos advierten sobre las posibles implicaciones sociales. Algunos sectores consideran que facilitar el divorcio podría aumentar la tasa de separaciones, lo que, según ellos, podría tener un impacto negativo en la estabilidad familiar y en los hijos de los matrimonios disueltos. Sin embargo, Triana y otros promotores del cambio aseguran que la medida, lejos de desestabilizar a las familias, tiene como objetivo evitar conflictos prolongados que afectan a todos los integrantes del núcleo familiar.

La discusión sobre el divorcio unilateral también ha puesto sobre la mesa el debate en torno al concepto actual del matrimonio en Colombia. Mientras algunos sectores más tradicionales consideran que la unión matrimonial debe ser un compromiso duradero y protegido por el Estado, otros argumentan que las leyes deben reflejar la evolución de las relaciones humanas y garantizar que las personas puedan decidir libremente sobre su vida afectiva. En este sentido, la reforma representa un cambio cultural que reconoce la importancia de la autonomía individual en las decisiones personales.

El impacto de esta reforma, una vez sancionada por el presidente Petro, será significativo. No solo transformará el panorama legal del matrimonio y el divorcio en Colombia, sino que también podría influir en la forma en que las parejas perciben sus uniones. Para muchas personas, la posibilidad de solicitar un divorcio sin necesidad de justificarlo o contar con el consentimiento de la otra parte representa un avance hacia una mayor libertad personal. No obstante, también plantea desafíos en términos de cómo se gestionará el aumento potencial de divorcios y cómo las instituciones adaptarán sus recursos para atender los nuevos procedimientos.

En última instancia, la aprobación del divorcio unilateral refleja un cambio en la forma en que la sociedad colombiana aborda las relaciones de pareja. Más allá de las críticas o los elogios, esta reforma pone en el centro del debate la importancia de garantizar que las leyes permitan a las personas tomar decisiones basadas en su bienestar emocional y personal. A medida que se implementen los cambios, quedará por ver cómo esta nueva normativa impactará en la vida de las familias colombianas y en el sistema judicial del país.

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