
El presidente Petro ha solicitado a su protegida, Susanita, ministra de Medio Ambiente, que a partir del 7 de julio se prohíba el uso de los tradicionales hisopos para la limpieza de oídos. Esta medida busca eliminar los plásticos de un solo uso que contribuyen a la contaminación ambiental.
Razones detrás de la prohibición
Aunque la decisión podría estar influenciada por recomendaciones médicas de algún otorrino que considera perjudicial el uso de hisopos, es más probable que forme parte de un esfuerzo más amplio por reducir el uso de plásticos desechables. Esta iniciativa se suma a otras acciones del gobierno, como la prohibición de la exploración de gas y petróleo, en su lucha por una transición energética más sostenible.
Impacto en la vida cotidiana
La medida ha generado preocupaciones sobre las consecuencias prácticas para los ciudadanos. Imaginen llegar al supermercado y no encontrar bolsas plásticas para llevar los tomates, lulos o cebollas, obligándonos a colocarlos sueltos en el carrito y contarlos uno a uno en la caja. Esto podría aumentar las filas y la frustración tanto de clientes como de cajeros.
Además, los comercios, como las carnicerías de barrio, también se verán afectados. Sin bolsas plásticas, ¿cómo entregarán el kilo de carne o chicharrón que compran las amas de casa para el almuerzo? Esta situación recuerda tiempos pasados, cuando los alimentos se envolvían en hojas de plátano o se transportaban en bolsas tejidas.
Alternativas y posibles soluciones
El gobierno podría estar promoviendo el uso de mochilas arahuacas para transportar frutas y verduras del supermercado a casa, lo que también beneficiaría a los artesanos de la Sierra Nevada. Sin embargo, esta solución podría no ser práctica para todos.