En un fallo contundente, un tribunal colombiano ratificó las condenas impuestas a un grupo de disidentes que se infiltraron en las masivas protestas sociales que sacudieron al país en 2019 y 2020. Estos individuos, acusados de intentar sabotear las manifestaciones pacíficas a través de actos de violencia e incitación a los disturbios, han sido sentenciados a penas de entre 5 y 10 años de prisión, dependiendo de su grado de participación y responsabilidad en los hechos. Con esta decisión, el tribunal envía un claro mensaje de que no se tolerará la infiltración de grupos violentos que pretendan desacreditar y desvirtuar el legítimo ejercicio del derecho a la protesta ciudadana, el cual fue un hito histórico en Colombia durante esos años de reclamos por cambios sociales y políticos.