martes, junio 17

La guía para entender a tu gato

Los gatos, al igual que otros animales, utilizan un lenguaje característico para comunicarse con su especie y con los humanos. En este último caso lo hacen principalmente a través de maullidos. Con el objetivo de profundizar en el conocimiento de las necesidades y comportamientos de nuestros felinos en los hogares españoles, sanicat desarrolló la primera edición de baromametro felino.

Una de las principales conclusiones de este estudio es que sólo tres de cada diez propietarios Quienes conviven con un gato creen reconocer el maullido de su gatito cuando no se siente bien. En palabras de la etóloga Celia Alesanco Ballesteros, “estudios como este nos ayudan mucho a ver qué tan informados están los dueños de gatos en España, al mismo tiempo que nos iluminan sobre el camino para introducir ciertas mejoras”.

“Uno de ellos es saber reconocer lo que nuestro gato quiere decirnos para poder interpretar sus emociones, satisfacer sus necesidades en cada momento y, sobre todo, saber comportarse en determinadas situaciones” -y añade- “Todo esto juntos ayudaremos a crear una convivencia enriquecedora tanto para ellos como para sus compañeros humanos. »

los maullidos son una de las principales formas de comunicación gatos, utilizados en una amplia gama de tonos, intensidades y duraciones para interactuar, especialmente con los humanos. Cada tipo de maullido tiene un significado diferentey a veces puede resultar difícil interpretarlos.

  • Hambre o sed: Los maullidos suelen ser persistentes y más intensos de lo habitual. Este caso es reconocido por 8 de cada 10 dueños de gatos españoles, quienes afirman reconocer este sonido porque puede tener un tono agudo y repetitivo. Esto suele ir acompañado de comportamientos como frotarse contra las piernas de sus humanos o dirigirse hacia la fuente de agua o comida más cercana.

  • Buscando atención o interacción social: Este maullido es reconocido por 7 de cada 10 dueños y si bien algunos pueden ser bastante independientes, la mayoría busca atención y compañía. Tanto es así que, según este estudio, el 27% de los hogares españoles dicen tener dos gatos que les acompañan.

  • Ira: aunque generalmente son más fuertes y ásperos que un maullido normal, sólo el 57% de los propietarios son capaces de reconocerlos. Su tono es generalmente agudo y estridente, por lo que no siempre se reconoce. Estos “gritos” pueden ir acompañados de sonidos graves, gruñidos y olfateos, especialmente si los gatos se sienten acorralados.

  • Aburrimiento: La necesidad de estimulación física y mental, a través del juego y la actividad, es crucial para evitar que los gatos se aburran fácilmente, especialmente si pasan largos períodos de tiempo solos. En el 60% de los hogares con gatos, estos están solos, lo que aumenta el riesgo de aburrirse. Sin embargo, es importante señalar que el 40% restante comparte su hogar con otro animal, poniendo en entredicho la idea de que perros y gatos no se llevan bien como decíamos hace unas semanas. En España, 3 de cada 10 hogares tienen un perro como segunda mascota.

  • Estrés o ansiedad: Los maullidos tienden a ser agudos, a menudo repetitivos y en ocasiones intermitentes. Sin embargo, sólo el 18% de los dueños de gatos pueden reconocer estos sonidos. Para reconocerlos hay que prestar atención a los cambios en la rutina del animal y al aumento de “sus vocalizaciones”. Además, estos maullidos suelen ir acompañados de otras conductas como agitación, buscar refugio o esconderse, marcar con feromonas (orina, rasguños), falta o exceso de apetito e incluso en algunos casos, agresión.

  • Posibles problemas de salud: En los casos en que los maullidos se vuelven constantes, con un tono diferente o dirigidos a acciones específicas de su rutina diaria, puede ser señal de que algo anda mal. En este sentido, sólo el 30% de los dueños de gatos perciben malestar en sus maullidos.

Es necesario que prestes atención a la intensidad o frecuencia de sus maullidos; cambian repentina y continuamente. Por ello, cualquier cambio de comportamiento siempre es aconsejable consultar con un veterinario.

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