
Hacía seis años que el niño prodigio azteca (ahora de 54 años) pisaba España. Tiempo de silencio y vicisitudes para Luis Miguel esta noche comenzó su gira para nuestro país como un “califa” de la música eterna que deslumbró, una vez más, a sus más fieles en el que fue, sin duda, el concierto del año en Córdoba y abrirte el apetito para lo que está por venir.
Le tomó muy poco tiempo poner de pie al público con un clásico de su repertorio. ‘Será que no me quieres’ y subió los decibelios del lugar en un montaje con una gran pantalla gigante detrás del escenario donde se podía seguir cada detalle de su actuación. Entonces ‘Amor, amor’ y ‘Dulce’, otros clásicos.
Muchas “celebridades” en las primeras filas, como luis fonsi y su esposa Águeda de Córdoba. Vicente Amigo, Luis Alfonso de Borbón, Pastora Soler, o la diseñadora cordobesa Juana Martín, entre otros. Unas horas antes, los seguidores habían poblado el área alrededor del estadio con numerosas banderas mexicanas.
Durante los días más largos del año, el sol llega a la noche en Córdoba. Cuando parecía que abandonaba toda la ciudad, justo hacia el oeste, tuvo que aguantar un poco más. Brillaba como la estrella que es, deslumbraba incluso en medio de la oscuridad que lo rodeaba y quienes lo rodeaban no tenían otra impresión que deslumbrar. Quienes no lo conocieron pensaron que estaba a la altura de sus fama. Quienes habían asistido anteriormente a sus conciertos nunca habrían pensado que podrían escucharlo en su propia ciudad.
Y esto fue así, a pesar del día inestable, algunos chubascos y dudas sobre el cielo gris. Al caer la noche, Luis Miguel apareció en el escenario. El sol mexicano, El gran orgullo de la música en el país azteca comenzó en la ciudad de Córdoba su gira española, una gira que ahora se detiene en la piel del toro, pero que atraviesa el mundo entero y quiere recorrer América de norte a sur. Tres millones de espectadores le esperan en España, porque aunque se suponía que actuaría sólo en Madrid, la buena respuesta del público le ayudó a cambiar de opinión.
En Córdoba, la ciudad de su compañero, Paloma Cuevas, lo cual debe tener algo que ver con que todo empezó precisamente aquí, el ambiente era excepcional, algo que sólo se ve una vez en la vida. Como si estos conciertos debieran tener lugar siempre en otro lugar. Fue útil que entre tantos cordobeses notáramos de vez en cuando la presencia de quienes no nacieron o no residen en la ciudad. Seguramente serían aquellos que no habían conseguido entradas para otros lugares más cercanos y que habían aprovechado para acercarse a Córdoba.