
La vacunación es una de las herramientas más poderosas para proteger la salud durante toda la vida.
Aunque es común asociar las vacunas con la infancia, su importancia en la edad adulta está más que científicamente comprobada: no sólo previenen enfermedades graves, sino que también juegan un papel fundamental en la promoción de un envejecimiento saludable y en la prevención de complicaciones médicas y discapacidades. En 2019, la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) aprobó la Calendario de vacunación de por vida en España. Este calendario se revisa cada año, al igual que otros países europeos. Su introducción supone un auténtico cambio de paradigma, pasando de una visión pediátrica a una visión longitudinal en sintonía con el progresivo envejecimiento de la población. Con esta nueva visión, la vacunación ya no es exclusiva de niños y adolescentes y se integra en todas las edades como una práctica de autocuidado responsable.
En el encuentro de ABC Salud – GSK “Vacunación de adultos: Vacunación para una vida plena: Proteger la salud a medida que envejecemos”, se destacaron las estrategias y prioridades actuales para abordar la prevención y el control de las enfermedades prevenibles mediante vacunación en España. Así, Elena Andradas, directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, destacó que uno de los pilares es la innovación. «El objetivo es incorporar la innovación donde realmente pueda beneficiar a las personas para garantizar la mejor protección contra las enfermedades».
Andradas reconoció que en España se han consolidado los programas de vacunación, fundamentalmente en las primeras etapas de la vida infantil, «pero ahora somos muy conscientes del beneficio que aportan en la edad adulta y en las personas mayores; En este sentido, trabajamos fundamentalmente para garantizar el acceso a los mejores programas de vacunación para todos los ciudadanos. Porque en los últimos años el concepto de vacunación ha cambiado, reconoció María Fernández Prada, jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Vital Álvarez Buylla de Mieres (Asturias) y secretaria de la Asociación Española de Vacunología (AEV). “Las comunidades autónomas participan en la misma idea de impulsar las vacunas durante toda la vida, desde la fase prenatal hasta las edades más avanzadas, pero sin olvidar nunca que hay situaciones de riesgo que requieren una protección adicional. “También existen escenarios laborales que requieren protección individual. » Esto quiere decir que “hoy las vacunas están presentes en diferentes etapas, facetas y situaciones de nuestra vida que no podemos olvidar”.
En este sentido, Inmaculada Cuesta, secretaria de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC), habló de un aspecto esencial: la equidad. “Vale la pena recordar que cuando hablamos de vacunas, hablamos de un beneficio para la salud, para que todos vivan más y mejor”. Por eso ha destacado que “todas las comunidades autónomas deben hacer esfuerzos para llegar a las personas más vulnerables, las que tienen más dificultades para vacunarse. «Es una cuestión de determinantes de la salud, de vulnerabilidad, y debemos dar un paso adelante porque todavía es una cuestión sin resolver».
La aplicación de las líneas generales del calendario de Ministerio de sanidad Es responsabilidad de cada comunidad autónoma, que es la que adquiere las vacunas y las pone a disposición de sus ciudadanos.
Esta situación, afirmó Cuesta, puede “generar cierta confusión cuando hay diferencias entre comunidades, pero son los profesionales de la salud quienes deben aportar evidencia científica, conocimiento, accesibilidad y explicar a la población los beneficios de la vacunación”. Y este calendario, acordado por todas las comunidades autónomas, explicó Andradas, «se actualiza cada año en función de las innovaciones y nuevas evidencias científicas».
En este proceso es fundamental la estrecha colaboración entre autoridades y profesionales sanitarios, destacó Andradas. «Confiamos en los profesionales de la salud y los medios de comunicación».
Antes de la pandemia de Covid-19, se implementó el Sistema de Información de Vacunaciones, del Ministerio de Sanidad (SIVAMIN), permitiendo una exploración exhaustiva de los datos de cobertura vacunal desde 2017 hasta 2022, utilizando la información acumulada de las CC.AA ., dos veces por año. Este sistema permitía analizar uno o más tipos de vacunas según la comunidad autónoma. Sin embargo, con el inicio de la pandemia surgió la necesidad de un registro nacional de vacunación más completo y ágil. Así nació REGVACU, el primer registro nacional de vacunación, que permitió seguir el proceso de vacunación Covid y realizar análisis automatizados de la información en tiempo real. A partir de estas experiencias se planifica el Sistema de Información sobre Vacunación e Inmunizaciones (SIVAIN), que tiene como objetivo consolidar y ampliar las capacidades de registro y seguimiento de la vacunación a nivel nacional, así como de administración de medicamentos, facilitando la toma de decisiones informada y efectiva. Coordinación entre autoridades sanitarias.
Andradas explicó que lo que traerá este nuevo sistema de información, SIVAIN, «es que todas las Comunidades Autónomas podrán estar interconectadas y así compartir información». Añadió que este seguimiento es “fundamental para ver cómo están funcionando los programas de vacunación”.
A Fernández Prada le falta “poder profundizar la información sobre las coberturas de vacunación en grupos específicos”. Esto es muy útil cuando se realiza una vacunación de cohorte., es decir para las personas nacidas en un año. Sin embargo, cuando queremos analizar las coberturas de vacunación de grupos concretos por enfermedad, tratamiento u otro denominador distinto a la edad, nos encontramos con ciertas dificultades.
Por ejemplo, explicó, si quisiéramos saber ahora cuál es la cobertura de vacunación contra el neumococo o el herpes zoster en pacientes trasplantados de riñón, «no podríamos saberlo fácilmente, al menos desde un punto de vista global». Para ello, ha dicho, «necesitamos herramientas comunes a todas las comunidades autónomas o bases de datos nacionales que podamos conocer». Para Andradas ya es una realidad, pero a nivel de comunidad autónoma y no a nivel nacional. “Los registros de vacunación existen desde hace décadas. Lo que tenemos que hacer es dar el paso a nivel estatal y hacerlos más accesibles. »
En este sentido, Inmaculada Cuesta habló del papel educativo que puede tener compartir estos datos nacionales. “Si en Aragón veo que en Madrid tienen una cobertura contra el neumococo o la primera y segunda dosis de la culebrilla muy superior a la de mi comunidad autónoma, podré aprender de lo que han hecho. En mi opinión, también será bueno estimular al profesional de la salud.
En julio de 2023, el Ministerio de Sanidad publicó un documento elaborado por el Programa de Vacunación y Presentación del Registro, que establece por primera vez en nuestro país los objetivos de cobertura vacunal en adultos a alcanzar por las comunidades autónomas en 2025. En concreto, Se establecen objetivos, para los grupos de edad recomendados en cada caso, frente a: neumococo ≥75%, tétanos, difteria ≥75%, gripe ≥75 y culebrilla ≥50%.
Barreras a la vacunación
Respecto a los obstáculos que encuentran los programas de vacunación, Cuesta señaló que, en ocasiones, «en la vacunación de adultos, el gran obstáculo es que algunos profesionales de la salud, muchos ciudadanos y muchos medios de comunicación consideran que las vacunas son una cuestión de jóvenes». “No han interiorizado que la vacunación y la inmunización también van dirigidas a los adultos, que previenen enfermedades y, sobre todo, previenen complicaciones”.
El representante de ANENVAC afirmó que los profesionales de la salud necesitan formación e información sobre la vacunación de adultos, pero también sobre la ciudadanía. “El adulto joven y sano nunca piensa que podría enfermarse, mientras que el adulto enfermo, con cierto factor de riesgo, no se da cuenta de que si contrae esta enfermedad puede tener una complicación, además de su enfermedad de base. La vacunación y la inmunización son la garantía de vivir más y mejor. «Es necesario trabajar en este mensaje en los medios».
En este sentido, añadió Fernández Prada, la AEV propuso, hace más de un año, “una nueva dirección de trabajo desde diferentes puntos de vista. Por un lado, realizar campañas para que la población reciba información favorable sobre la vacunación, una estrategia de salud pública que es segura, funciona y salva vidas, y que está respaldada por evidencia científica. Por otro lado, desde la AEV se trabaja desde hace años en un plan de formación de profesionales sanitarios, impulsando iniciativas que impulsen la cobertura vacunal, así como apoyando la mejora continua de la atención a los pacientes más vulnerables a través de la consecución de la excelencia en las unidades de vacunación.
Lo cierto es que, como señaló Andradas, España tiene cobertura de vacunación para prácticamente todos los programas previstos en el calendario. muy por encima de la media de todos los países vecinos de la Unión Europea. “El nivel de conocimiento, información y confianza en las vacunas es bastante alto. Ahora hay que seguir trabajando fundamentalmente con los profesionales de la salud e incluir no sólo programas de formación acreditados, sino seguramente evolucionar hacia modelos más innovadores.
Los expertos llamaron la atención sobre un hecho identificado este año: la atención de enfermería de primera línea. “Este año hemos tenido menores coberturas de vacunación entre enfermeras de atención primaria que en años anteriores y estamos estudiando los motivos y haciendo un estudio cualitativo para saber qué ha podido pasar esta temporada”, afirmó Andradas. Para Cuesta, “una actitud ejemplar es esencial. Como enfermera, me preocupa mucho que la cobertura de vacunación de mi grupo este año haya sido muy inferior a la media de todos los profesionales sanitarios. En este sentido, Fernández Prada destacó la importancia de formar profesionales.
Para concluir, el director general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, recordó que la vacunación es una de las “mejores inversiones en salud que podemos hacer en nuestra vida”. Por lo tanto, debemos trabajar directamente con los profesionales para seguir fortaleciendo los beneficios que brindan los programas de vacunación. Para nosotros es una prioridad.
También es cierto, comentó Fernández Prada, que «todos los ciudadanos debemos, en algún momento, preguntar a los responsables de nuestro servicio de atención primaria si necesitamos una vacuna debido a nuestra situación personal». Para el representante de la AEV existe una corresponsabilidad: «la responsabilidad del profesional sanitario de transmitir información al paciente de riesgo, pero también la responsabilidad del paciente de preocuparse por su bienestar y su salud».