miércoles, febrero 19

Una noche de leyendas icónicas

La Plaza de España de Sevilla se engalanó la noche del sábado para recibir a tres titanes de la música en el marco del Icónica Santalucía Sevilla Fest. La velada prometía magia y cumplió con creces, reuniendo a Gipsy Kings de André Reyes, Medina Azahara y Raimundo Amador en un espectáculo que quedará grabado en la memoria de los participantes. El ambiente fue eléctrico desde el primer momento. El majestuoso escenario de la Plaza de España, iluminada para la ocasión por el sol de la tarde, se convirtió en el escenario perfecto para una velada que celebraría la riqueza y diversidad de la música.

Los primeros en subir al escenario fueron Medina Azahara, los maestros del rock andaluz no defraudaron. Con más de cuatro décadas de carrera, han demostrado por qué son considerados una de las bandas mas grandes de este genero. El concierto de la banda comenzó con “Caminando por la Mezquita”, que captó la atención del público desde el primer minuto. Los seguidores se entregaron por completo a los cordobeses que corearon distintos temas como “Velocidad”, “Palabras de libertad” o “No quiero pensar en este amor” con los que incluso comenzaron a saltar a la pista.

Las versiones de “Abre la puerta” y “Tu frialdad” del grupo triana, a modo de homenaje, fueron recibidas con una estruendosa ovación, aunque también quisieron recordar su ciudad con la melancólica canción “Córdoba”. Ya de cara a la última parte del espectáculo, el grupo interpretó dos de los temas más gritados de la velada, «Necesito Respirar» y «Todo tiene su fin», dos verdaderos éxitos que fueron cantadas a capella por sus más fieles discípulos. La combinación de sus poderosas guitarras y letras profundas creó una atmósfera llena de nostalgia y energía. Fue un recorrido por su herencia musical que tocó el corazón de varias generaciones presentes en la plaza.

La versatilidad del flamenco

Tras la vibrante actuación de Medina Azahara, le llegó el turno a Raimundo Amador, leyenda viva del flamenco y el blues. Su entrada al escenario fue recibida con una mezcla de respeto y anticipación. Desde la primera nota quedó evidente que su talento y carisma eran inigualables, gracias a una actuación inglesa que reflejó su talento y carisma. dominio de la guitarra. Su repertorio comenzó cantando «Hoy no soy para nadie», aunque en el segundo tema pasó el testigo a sus coristas tras confesar: «Hago lo que puedo». Luego regresa con las versiones, aportando un toque diferente con “Back to Black” de Amy Winehouse.

También quiso hacer un guiño al pasado con el famoso tema “Camarón” del grupo Pata Negra. La fusión de géneros que maneja magistralmente Raimundo, mezclar flamenco con blues, fascinó al público. Temas emblemáticos y con la colaboración del pequeño Luis que sacó el lado más tierno de los participantes e hizo de su actuación un viaje emocional y musical sin precedentes.

La velada continuó con la presentación de rey gitano encabezado por André Reyes, embajadores internacionales de la rumba flamenca. Los participantes no tardaron en levantarse de sus asientos para bailar y cantar éxitos de siempre como «Djobi Djoba», o «Bamboleo», divirtiéndose desde el primer acorde. En el escenario, hubo más de una decena de músicos que aportaron un toque personal a cada canción, incluso turnándose para cantar las canciones.

El vínculo con el público fue innegable, incluso les pidieron ayuda con el estribillo del tema ‘Todo olé’, e incluso bromearon con hacer bailar a algunos de ellos en el escenario. La presencia del sevillano Ezequiel Montoya interpretar el tema “A mi manera”, mejor conocido en su versión en español como “A mi vida”, fue una colaboración especial que le dio un toque diferente al espectáculo. El punto final de la velada lo pusieron los músicos que, durante su presentación, interpretaron temas como “Orobroy” o “Sevilla tiene un color especial”, aunque el grupo se despidió definitivamente con “Volaré”.

La Plaza de España se ha convertido en el epicentro de una energía desbordante, con ritmos flamencos recorriendo cada rincón y haciendo vibrar a cada participante. No sólo cumplió con las expectativas, sino que las superó, brindando una velada inolvidable que celebró la versatilidad de la música con ununa mezcla de rumba flamenca, rock andaluz y blues flamenco en un entorno emblemático.

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