Pocas horas antes de que la senadora Angélica Lozano denunciara una reducción del 77,4% en el presupuesto electoral para el año preelectoral, el canciller Hernán Penagos había advertido sobre el peligro que representa la falta de autonomía de los órganos electorales.
Durante el foro «Diálogo Interactivo: Política y Construcción de un Futuro Común» en la 79 Asamblea General de la ONU en Nueva York, Penagos destacó que uno de los mayores riesgos para los procesos electorales en América Latina es la supuesta independencia de las autoridades de turno. Dijo que esta autonomía se ha visto comprometida, en gran parte debido a la influencia del gobierno en el nombramiento de estos órganos, lo que limita su capacidad para actuar como verdaderos árbitros democráticos.
La canciller explicó que, en lugar de partir de un diálogo constructivo con el ejecutivo y los parlamentos, las decisiones de las autoridades electorales deberían basarse en la Constitución. «Si se refuerza la autonomía de estos órganos, podrán ejercer sus funciones de forma más independiente», añadió.
En un contexto en el que el canciller Penagos había afirmado que su influencia en las elecciones era limitada y que algunos contratos podrían expirar en 2025, la situación se complica. La Registraduría proyectó un presupuesto de 3.200 millones de pesos para 2025, pero el Gobierno destinó sólo 732.220 millones de pesos, lo que representa una reducción de 2.500 millones. Por su parte, el CNE vio disminuir su presupuesto de 1.060 millones a 488.867 millones de pesos, lo que equivale a una variación negativa de 577.995 millones de pesos.