martes, junio 17

La aparición del capitán De Bruyne en Bélgica | Eurocopa Alemania 2024

Tras la inesperada derrota del primer partido ante Eslovaquia (0-1), Bélgica era un polvorín a punto de estallar. Las críticas se intensificaron contra el técnico, el italo-alemán Domenico Tedesco, al que se le recordaron las desavenencias que empujaron a Thibaut Courtois a dimitir de la selección. Los reproches también apuntaron a la plantilla, con Romelu Lukaku a la cabeza por su eterna falta de gol. Tampoco estuvo ajeno a las desaprobaciones el capitán Kevin De Bruyne, quien fue criticado por la falta de liderazgo para guiar la transición entre los componentes de la convocatoria. Generación Dorada quien quedó tercero en el Mundial 2018 y la nueva hornada de talentos representada por su compañero en el Manchester City, el extremo Doku (22 años), el extremo Bakayoko (21, PSV) y los centrocampistas De Ketelaere (Atalanta, 23). Vranckx (Wolfsburgo, 21) y Vermeeren (19, Atlético).

En medio de ese ambiente enardecido, De Bruyne reunió a la plantilla al día siguiente de la derrota ante los eslovacos y se dirigió a los jugadores más jóvenes. “Sólo quería quitarles de la cabeza el miedo al fracaso”, admitió De Bruyne en la zona mixta del Stadion de Colonia después de liderar la victoria de Bélgica contra Rumanía, con gol incluido. “Si puedo ayudar a mis compañeros y guiarlos por el camino correcto, estaré satisfecho. Haré todo lo que pueda para que todos vayamos en la dirección correcta. “Me estoy haciendo mayor y quiero demostrar en mis últimos años con la selección cómo comportarme como jugador y como líder”, advirtió. Su ausencia de la selección durante casi un año por lesiones le había impedido consolidar el liderazgo que se le exige. “Lo conozco desde hace poco tiempo. Nos conoció por primera vez en marzo. Desafortunadamente para nosotros estuvo ausente durante casi un año entero. Prácticamente no pudo jugar la fase de clasificación. Se ve lo positivo que es y es importante que los jugadores salgan al campo con ese estado de ánimo”, lo elogió Tedesco.

Bajo la fuerte presión de que una derrota contra Rumanía podría significar una eliminación inesperada, De Bruyne lideró el partido de Bélgica contra los rumanos. Emergió como el jugador designado para ser uno de los mejores del campeonato. Se mostró como un centrocampista capaz de crear juego en todo el campo y también finalizarlo. Su gol, el 2-0 que sentenció el partido a falta de diez minutos para el final, fue precedido por un saque largo al espacio del portero belga Casteels. De Bruyne corrió libremente por el pasillo central hasta encontrarse con la portera rumana Nita, a la que superó con un sutil toque del dedo del pie. “Hicimos un par de saques así en el entrenamiento antes del partido. Rumania nos estaba presionando y vi el espacio para correr, así que solo necesitaba un toque para anticipar que su portero saldría a marcar”, describió De Bruyne con satisfacción.

Insistido sobre si esta Eurocopa podría ser su último gran torneo, el capitán belga volvió a recordar que ahora tiene una misión que cumplir. “Llevo 10 años jugando en este equipo y tengo muchos conocimientos que transmitir a los jugadores más jóvenes, pero no tengo decidido cuándo voy a terminar”, concluyó. De Bruyne también tuvo tiempo de proteger al cuestionado Lukaku: “hizo un gran partido y fue generoso con Tielemans al asistirlo. Está haciendo un gran torneo”. La palabra del capitán.

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