miércoles, enero 22

Boeing asegura mejoras en la calidad del 737 Max pese a cambios en la producción

Boeing ha anunciado que ha logrado importantes avances en la calidad de la producción del 737 Max, a pesar de los recientes cambios en sus procesos de fabricación. Esta declaración sigue a un incidente ocurrido en enero, cuando uno de estos aviones perdió un panel durante un vuelo de Alaska Airlines. Afortunadamente, no hubo heridos graves, pero el incidente generó nuevas preocupaciones sobre la calidad de los aviones Boeing, más de cinco años después de dos accidentes fatales.

En respuesta, Boeing ha implementado una serie de cambios destinados a mejorar la calidad y la seguridad de sus aviones. Estos cambios incluyen la ampliación de la capacitación para los empleados, la simplificación de planes y procedimientos, y la reducción de defectos por parte de los proveedores. Elizabeth Lund, una ejecutiva de Boeing, compartió detalles adicionales sobre cómo el 737 Max salió de la planta sin cuatro pernos críticos que sujetaban un panel conocido como tope de puerta.

Uno de los principales cambios introducidos por Boeing desde enero ha sido exigir inspecciones más rigurosas de las carrocerías de los aviones 737 Max antes de que sean enviadas a Renton, Washington, para su montaje final. Estas carrocerías son fabricadas en Wichita, Kansas, por Spirit AeroSystems, un proveedor que Boeing está en proceso de adquirir. Este nuevo requisito ha resultado en una reducción significativa de defectos graves que requieren reparación en la planta de Boeing, según Lund.

Lund, vicepresidenta senior de calidad en la división de aviones comerciales de Boeing, destacó que las inspecciones de los proveedores también han permitido a Boeing acelerar la producción del 737 Max una vez que las carrocerías llegan a la fábrica. No obstante, la compañía está produciendo menos aviones de lo esperado debido a que la Administración Federal de Aviación (FAA) ha limitado el ritmo de producción tras el incidente de enero.

«Hemos fortalecido nuestra presencia con el proveedor, asegurándonos de que las piezas estén perfectas antes de ser enviadas, las inspeccionamos allí, las reelaboran allí y luego enviamos las piezas», explicó Lund. «Los beneficios han sido realmente enormes».

El incidente de enero representó un nuevo golpe para la reputación de Boeing, tras los dos accidentes de los aviones Max 8 en 2018 y 2019 que resultaron en la muerte de 346 personas y llevaron a una prohibición global del Max que duró unos 20 meses. El avión reanudó sus vuelos a finales de 2020.

Aunque Boeing había asegurado a reguladores, aerolíneas y al público que había implementado cambios radicales para mejorar la calidad y seguridad tras los accidentes anteriores, el incidente de enero y los informes de empleados actuales y anteriores sobre trabajo deficiente y malas decisiones de gestión sugirieron que los cambios no habían sido suficientes.

Lund señaló que la crisis anterior obligó a Boeing a reformar sus prácticas de ingeniería, pero el reciente accidente ha requerido mejoras en el proceso de fabricación.

«El incidente nos dio la oportunidad de analizar una área diferente», indicó Lund.

Cuando la carrocería del avión implicado en el vuelo de enero llegó a la fábrica de Boeing en el verano de 2023, se encontraron cinco remaches que no cumplían con las especificaciones. Durante el proceso de fabricación, Boeing y Spirit discutieron cómo abordar el problema. Finalmente, se decidió reemplazar los remaches, pero el trabajo en el avión ya estaba casi terminado.

Lund describió que el panel fue retirado para asegurar los remaches cercanos, pero nadie documentó esa remoción. Posteriormente, un equipo preparó el avión para salir, cerrando el panel sin saber que era necesario reemplazar los cuatro pernos que sujetaban la puerta, ya que no había registro documental. El panel se mantuvo durante unas 500 horas de vuelo antes de desprenderse a una altitud de unos 16,000 pies.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, que está investigando el incidente, criticó a Boeing por no documentar adecuadamente la retirada del tope de la puerta. La FAA también ha solicitado a la empresa que realice grandes cambios para mejorar la calidad.

Entre otras mejoras, Lund mencionó una mayor capacitación para nuevos empleados antes de que comiencen a trabajar en aviones y una capacitación ampliada en el trabajo. Boeing ha enviado a más de 160 formadores laborales, incluidos mecánicos veteranos y jubilados, para ayudar a los nuevos empleados.

Además, Boeing está acelerando sus esfuerzos para simplificar una serie de planes y procedimientos. La compañía ha aumentado las inspecciones y el monitoreo interno, y ha puesto un énfasis renovado en alentar a los trabajadores a expresar abiertamente sus inquietudes, lo que ha generado miles de nuevos comentarios y recomendaciones de mejora de la calidad.

Boeing también ha intentado reducir el trabajo fuera de secuencia

, conocido como «trabajo recorrido», que puede aumentar el riesgo de errores y causar otros problemas. La compañía ha impuesto requisitos más estrictos que deben cumplirse antes de que los aviones puedan avanzar por la línea de producción. Según Lund, estos y otros cambios han ayudado a reducir la cantidad de trabajo recorrido en más de un 50%.

Además, Boeing ha intensificado el monitoreo interno y las inspecciones para asegurar que todos los procesos se sigan al pie de la letra y que cualquier anomalía sea detectada y corregida de inmediato. Este enfoque proactivo ha permitido a la empresa no solo identificar problemas potenciales antes de que se conviertan en incidentes graves, sino también implementar mejoras de manera continua.

Lund también destacó la importancia de la comunicación abierta entre los empleados. Boeing ha creado canales adicionales para que los trabajadores puedan reportar sus preocupaciones y sugerencias sin temor a represalias. Este enfoque ha generado un aumento significativo en la cantidad de comentarios y recomendaciones de mejora, lo que ha contribuido a elevar los estándares de calidad en toda la cadena de producción.

La compañía reconoce que aún queda mucho trabajo por hacer para restaurar la confianza completa en el 737 Max. Sin embargo, los esfuerzos actuales reflejan un compromiso continuo con la seguridad y la calidad. Boeing está decidido a aprender de los errores pasados y a implementar cambios significativos que garanticen la seguridad de sus aviones y la confianza de sus clientes.

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