sábado, julio 27

¿Qué pretende China con Guatemala, país amigo de Taiwán?

En la última semana, el régimen chino ha detenido envíos de café y nueces de macadamia procedentes de Guatemala en diferentes puertos sin explicación alguna. Este hecho ocurrió los mismos días en que el canciller de este país asistió a la toma de posesión del nuevo presidente de Taiwán, que tuvo lugar el pasado 20 de mayo. Esta situación es un ejercicio de chantaje que busca intimidar no solo a Guatemala, sino a toda la región. . Surgen entonces tres preguntas: ¿cómo responder a corto plazo a este chantaje? ¿Cómo hacer visible este modus operandi sistemático de Beijing? Y finalmente, ¿cómo podemos intentar articular una respuesta colectiva regional-continental a una estrategia de segmentación que, hasta ahora, ha funcionado para el régimen chino, particularmente en Centroamérica?

Hay actores pro chinos que han utilizado el arbitrario incidente comercial para resaltar que China es la segunda economía del mundo y que, en consecuencia, Guatemala debe cuidar esa relación económica. Cabe señalar que Guatemala exporta sólo 82 millones de dólares anuales a China continental, mientras que Beijing exporta a Guatemala 5.580 millones de dólares. Es una asimetría enorme, con pocos precedentes en el mundo.

China continental envía así su clásico mensaje a las democracias pequeñas y medianas: somos una gran economía y un régimen despótico, por lo que para un país como Guatemala es preferible romper con Taiwán para evitar que se repitan situaciones como las que han ocurrido en los últimos años. . días con mercancías guatemaltecas en puertos chinos.

Es importante detenerse en esta intimidación explícita llevada a cabo por el régimen chino: si bien pretende enviar un mensaje a Guatemala y la región, es necesario señalar que nos está informando a los demás que su forma esencial de relacionarnos con el mundo es a través de una arbitrariedad permanente. Es un régimen arbitrario principalmente con países medianos y pequeños, pero, básicamente, ignora las reglas claras del juego con cualquiera, en cuanto puede. Por ejemplo, Beijing presionó a Honduras para que rompiera relaciones diplomáticas con Taiwán, prometiendo, entre otras cosas, la compra de camarones. Honduras estableció relaciones con China continental en 2023, pero las promesas no se cumplieron. La arbitrariedad es el mensaje. En este caso, el desprecio se gestiona mediante la arbitrariedad. Lo mismo ocurrirá, si es necesario, con Guatemala. Lo mismo sucede y sucederá con el resto de la región. Esto significa que no es nada recomendable profundizar las relaciones comerciales con un país que muestra explícitamente su desprecio por las reglas y lo hace para enviar una señal, en este caso a Guatemala, pero a través de él al resto de la región.

Por tanto, esta crisis es una oportunidad. Si los países de América Latina entienden que el ejercicio brutal del miedo puede presionar en el corto plazo, pero genera incertidumbre y costos crecientes en el mediano y largo plazo, será posible pensar en esta dolorosa intimidación que hoy sufre Guatemala como un mensaje de un régimen que nos informa explícitamente que modificará las reglas del juego cuando le convenga. Las supuestas ventajas comerciales de hoy son los crecientes costos institucionales y morales del mañana. Además, estos costos institucionales y morales a mediano plazo también se transformarán en pérdidas comerciales a mediano y largo plazo. En definitiva, esta detención arbitraria de mercancías guatemaltecas en los puertos de China ocurre en un momento de la historia que, retrospectivamente, puede y debe pensarse como el largo plazo de aquel momento, de finales de los años noventa y principios de la primera. década del siglo XXI, donde la mayoría de los países del mundo privilegiaron el corto plazo del comercio con China debido a los enormes beneficios comerciales que esto conllevaba. El largo plazo ha llegado y se presenta de diferentes formas.

Queda por preguntarse sobre el papel de Estados Unidos en este tipo de presiones sistemáticas que hoy China ejerce sobre Guatemala y que ha ejercido en el pasado reciente sobre Costa Rica, Panamá y, entre otros países, República Dominicana. Para las democracias liberales de la región y para Occidente en general, es imperativo que Estados Unidos se involucre explícitamente en este tipo de situaciones. Washington debe asegurarle claramente a Guatemala que estas pérdidas económicas potenciales serán más que compensadas si Estados Unidos importa estos y otros productos. De la misma manera, es clave que Washington se involucre en los SWAPS de divisas que Argentina ha realizado con China durante el gobierno kirchnerista de Alberto Fernández (2019-2023). El Banco Central de China amenaza con no extender un préstamo de 5 mil millones de dólares si el nuevo gobierno argentino no demuestra un acercamiento con Beijing. Ahí es evidente el papel que debe asumir Washington: buscar que China intente cobrar el crédito para poner en problemas a la Argentina y, posteriormente, dotar a Buenos Aires de ese dinero.

El 23 de mayo, el gobierno guatemalteco afirmó que no había recibido una explicación oficial del gobierno chino: “En los últimos días, clientes y corredores en China continental han informado a productores y exportadores de café y macadamia que los envíos provenientes de Guatemala serán detenidos en los puertos. del país asiático debido a la prohibición impuesta a las importaciones desde nuestro país. Hasta el momento no se ha encontrado ninguna notificación oficial o comunicado del gobierno chino, pero en la práctica los intermediarios del producto han pedido que se detengan los envíos y que no puedan ingresar los que se encuentran en los puertos de ese país”. El presidente Bernardo Arévalo ha especulado que este bloqueo de contenedores se debió a la relación de Guatemala con Taiwán. Según Prensalibre.com, “La Cancillería china reprochó este viernes (24 de mayo) a Guatemala sus relaciones con la isla autónoma de Taiwán, un día después de que el gremio exportador del país centroamericano señalara que Beijing prohibió el ingreso de cargamentos de café. y macadamia”. El presidente Arévalo ha demostrado valentía para enfrentar una situación compleja. Coraje y voluntad son condiciones necesarias, pero no suficientes, que el continente debe articular en el corto plazo para afrontar uno de los principales desafíos del momento.

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