sábado, julio 27

Narcocarreteras atraviesan la Biosfera del Río Plátano

GRACIAS A DIOS.- Como los hilos de una tela de araña, estratégicamente conectados, así funcionan las narcocarreteras en la Reserva de la Biosfera de Río Plátano, considerada Patrimonio de la Humanidad.

Su apariencia ordinaria por estar construidos en tierra esconde la valiosa importancia que otorgan a los personajes oscuros al permitirles adentrarse sin escrúpulos en una joya de la naturaleza.

No es una, ni dos, hay decenas de narcocarreteras que bombean destrucción como arterias porque son los canales por los que los humanos ingresan a la zona núcleo de la biosfera para deforestarla.

Se encuentran en perfecto estado con mantenimiento permanente pagado por los narcotraficantes que mueven sus “productos” a todas horas aprovechando la falta de presencia militar.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus cruzó en 2021 la primera carretera de la droga. Fue un recorrido de 110 kilómetros desde Dulce Nombre de Culmí, Olancho, hasta Krausirpi, Gracias a Dios.

La semana pasada regresó este equipo. ¡Sorpresa! Ya no hay uno solo, son muchos, cruzan montañas, ríos y -lo más preocupante- entran y salen de la zona núcleo de la Biosfera del Río Plátano sin restricciones.

Sin embargo, si al principio era sólo una carretera de la droga, ¿por qué no fue destruida?

Esta decisión sigue una orden del asesor presidencial Manuel Zelaya en abril de 2022 en una reunión pública acordada con la Asociación de Ganaderos y el Consejo Territorial de La Mosquitia: la narcocarretera se dejaría en funcionamiento “mientras el bosque no siga expandiéndose”. o ser destruido.» ”.

El resultado de la decisión es que desde que tomamos conocimiento de esa carretera de la droga Se deforestaron 49,26 mil hectáreas de bosquemás de la mitad de lo que había sido destruido en 22 años, según registros publicados en su sitio web por el sitio especializado Global Forest Watch.

Otro efecto del fallo es la proliferación de narcocarreteras o pasos clandestinos a lo largo de la zona de amortiguamiento, zona cultural y zona núcleo de la Reserva de la Biosfera Río Plátano.

Ahora, una solución aparece de la nada: destinar 19 mil millones de lempiras en un proyecto para salvar la biosfera, una decisión que algunos expertos ven tardía teniendo en cuenta que los daños por tramos son totalmente irreversibles.

El ICF aseguró que durante 2022 y 2023 lograron reducir en un 66 por ciento la deforestación en el área núcleo de la Reserva de la Biosfera Río Plátano, cifras cuestionables al ver -in situ- todo el desastre.

El ministro del ICF, Luis Soliz, aseguró ayer que «se está trabajando en la neutralización de los caminos que están dentro de las áreas protegidas, especialmente los que conducen a las áreas núcleo, porque sabemos que este es el inicio de la destrucción del bosque.» ”.

El funcionario aseguró que hay órdenes de destruir 17 tramos de carretera en diferentes áreas protegidas «desde la Biosfera de Río Plátano hasta Cerro Azul, el narcotráfico es parte de la destrucción de nuestros bosques que va de la mano con la ganadería ilegal, lo cual está motivado por “lavado de dinero”.

Ruta y antecedentes de la carretera de la droga

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus inició su recorrido hacia la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera del Río Plátano en el desvío Los Mangos, en el municipio de Dulce Nombre de Culmí, Olancho.

En total, este Patrimonio de la Humanidad, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1981, tiene una superficie de 832.335 hectáreas.

Está dividida en tres regiones: zona de amortiguamiento (con 150.000 hectáreas), zona cultural (332.335 hectáreas) y zona núcleo (350.000 hectáreas), por lo que saberlo todo es totalmente imposible.

El viaje lo realizó en una camioneta 4×4 por temor a las condiciones de la carretera de la droga, pero nuevamente, ¡sorpresa! Un coche particular puede acceder fácilmente y sin mayores problemas.

Las primeras comunidades del camino son San José, pasando por una zona conocida como La Llorona hasta llegar a Plan Grande. Hasta allí incluso hay servicio de colectivos de ruta urbana y es un tramo de la carretera de la droga que según pobladores data de la década de 1980.

En ese recorrido de al menos una hora ya no hay selva, sólo pastos, pero sigue siendo un solo camino. No fue posible ver mayores aperturas de calles.

Más adelante está Saguazón, Saguacito y Cielo Azul. Por último, una comunidad a orillas del río Wampú, actualmente seco por la deforestación y seis meses sin lluvias en la biosfera.

La Unidad Investigadora de EL HERALDO Plus ya había realizado este recorrido por la principal carretera del narco. Ya se sabe que luego se pasa por Pavo, Malaiguas, hasta llegar a la comunidad de Krausirpi.

En ese momento -año 2021- como resultado de las investigaciones realizadas y de la existencia de una sección principal, la Comando de Apoyo a la Protección del Ecosistema de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF AA) Le confió a EL HERALDO Plus que iban a destruir con dinamita la carretera del narco.

Ante el evidente olvido y que no hubo cambios significativos para su conservación, un año después -tras la segunda visita de la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus- se cuestionaron las acciones a realizar.

En aquella ocasión, las autoridades dijeron que incluso el Batallón de Ingenieros de las Fuerzas Armadas ya había identificado el lugar ideal para dinamitar, pero estaban a la espera de la autorización de la Procuraduría Ambiental, la cual no llegó.

En ese momento era solo una carretera de la droga, hubo mucha presión tanto para su destrucción como para su conservación.

La determinación de no dinamitarla surgió del expresidente Manuel Zelaya por órdenes de la presidenta Xiomara Castro a mediados de 2022 luego de una reunión en Dulce Nombre de Culmí con la Asociación de Ganaderos y el Consejo Territorial de la Mosquitia.

“Ustedes van a seguir usando la carretera, se está haciendo todo lo posible para brindarles comunicación, aérea, marítima y terrestre, lo que no vamos a permitir es que continúe la destrucción del bosque”, afirmó públicamente el expresidente en ese momento.

La importancia de la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera Río Plátano se debe a que cuenta con 33 ecosistemas terrestres y cinco marinos donde viven 721 especies de vertebrados—muchos de ellos en peligro de extinción—, 586 especies de plantas, 411 especies de aves. documentadas y 108 especies de reptiles y anfibios registradas.

Además, según la UNESCO, en la zona el mono araña mexicano está en peligro crítico de extinción, el tapir centroamericano está en peligro de extinción, el oso hormiguero gigante y el manatí antillano viven en condición vulnerable, el jaguar está casi amenazado, también como el pecarí de labios blancos.

También mencionan otras especies carismáticas como el puma, el ocelote, el jaguarundí y el tigrillo, la nutria neotropical, el mono capuchino de garganta blanca y el mono aullador de manto.

La lista continúa con la gran guacamaya verde en peligro de extinción, el vulnerable gran pavo real y la guacamaya roja, y el casi amenazado águila crestada de Guayana y la majestuosa águila arpía, que destacan entre las impresionantes 411 especies de aves documentadas, junto con el jabirú y el rey. buitre.

Nuevas autopistas de la droga

El primer desvío con una nueva narcoautopista se ubica a 30 minutos de Cielo Azul en una comunidad llamada Mahor. Desde allí, la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus ingresó a la zona núcleo de la Biosfera del Río Plátano para evidenciar el desastre.

Se pueden ver miles de árboles en el suelo, cortados con motosierras, así como montañas enteras reducidas a cenizas a consecuencia de los recientes incendios; Incluso se podía ver humo saliendo del área central.

Esta nueva narcocarretera, que atravesaba las montañas, llegaba a la zona considerada Patrimonio de la Humanidad no tenía fin.

La escena se repitió una y otra vez: árboles caídos, tierras quemadas, todo con la única misión de hacer un cambio de tierra a pasto para que las miles de cabezas de ganado pudieran ser alimentadas.

Desde la comunidad de La Malanga se ubica otra actual narcocarretera que pasa por la zona núcleo de la Biosfera de Río Plátano, la cual avanza paulatinamente.

Otro de estos caminos clandestinos captados por el lente de la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus conduce a una comunidad llamada Río Chiquito y también se adentra en la sierra hasta la zona núcleo.

Hay más narcoautopistas por la comunidad de Warunta en un entramado de calles estratégicamente conectadas al gusto de los narcotraficantes que tienen el control de toda la inmensa reserva.

Si la gente quiere tomar otra ruta, pueden tomar una ruta por Buenos Aires hasta llegar a Guarasca, que como se conoció en el recorrido es conocido como el centro del núcleo de la biosfera.

Una realidad es que durante la pandemia se informó que desde Wampusirpi, Gracias a Dios, pasando por Truku, Pansada, se avanzaba con otra narcocarretera que terminaría de conectar todo, pues esta ampliación del tramo ya está terminada en un 90 por ciento. .

El camino a Puerto Lempiras, gracias a Dios, es una realidad. Pronto no necesitarás avión ni tubería para llegar a la comunidad, sólo un vehículo cargado de gasolina será suficiente para viajar.

Otra de las narcocarreteras parte desde el municipio de Iriona, Colón, y lleva a la gente a una comunidad llamada Musing, donde hace 15 años familias se asentaron como ocupación invasora y han sido las encargadas de abrir brechas y, sobre todo, acabar con el resguardo. según testimonios recogidos por este medio.

Aparte de las autopistas de la droga, hay cientos de puntos ciegos con pequeños huecos que conectan con propiedades, como si se tratara de una bien diseñada interconexión para laboratorios de droga.

La deforestación que estas narcocarreteras provocan en la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera Río Plátano. Todo comenzó con una sola calle que ahora conecta decenas de arterias que trajeron a su paso más deforestación.

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