sábado, julio 27

“Me colocaron las pruebas y me robaron”: filipino capturado en Honduras

“La policía saqueó mi casa y me llevó a un basurero donde montaron el lugar para darme un rifle AR-15 y drogas”, dijo el filipino. Francisco Ávilla.

El comerciante Ávilla enfrenta un proceso por tenencia ilegal de arma prohibida, tenencia ilegal de arma de uso comercial, tráfico de drogas y tenencia ilegal de municiones prohibidas, pero se defiende en libertad porque le otorgaron medidas alternativas.

Familiares de Ávilla denunciaron su detención ante la Fiscalía porque, según ellos, fue ejecutada ilegalmente por agentes de la Dirección Antimaratón de la Policía y Contra Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco).

Las investigaciones del MP a través de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Ático) establecen que los agentes de la Dipampco cometieron delitos al detener ilegalmente e implantar pruebas al extranjero, por lo que la Fiscalía presentará demanda fiscal en su contra.

Uno de los elementos que distorsiona el listado de hechos presentados por los agentes de la Dipampco es que afirman que Avilla fue detenido cerca de un basurero en la vereda El Milagro de Villanueva y las investigaciones del Atic arrojan que el extranjero fue sacado de su casa en el colonia Real del Puente de Villanueva.

Entre las pruebas recogidas por Atic hay vídeos que muestran que el filipino fue detenido en su domicilio. Ávilla, quien no mira con uno de sus ojos y con el otro solo tiene un 30 por ciento de visibilidad, dijo que el 13 de noviembre de 2023 los agentes de la Dipampco lo obligaron a abrir el portón de su casa a punta de rifle. el argumento que buscaban algunos pandilleros.

Al entrar lo agarraron y lo apuntaron a punta de pistola y luego de quitarle las cámaras ingresaron a las habitaciones y sustrajeron cinco pistolas que tiene legalmente registradas y lo obligaron a abrir la caja fuerte “de donde sacaron las armas, relojes, objetos de valor, mi pasaporte y tenía 40.000 lempiras”.

Avilla dijo que lo sacaron de la casa y lo llevaron al basurero El Milagro en Dos Caminos donde “burlándose me dijeron ya encontramos su rifle y sacaron un AR-15 y les dije señores, Ese rifle no es mío. Me obligaron a tirarme en el suelo y querían obligarme a agarrarlo con mis manos hinchadas y les dije que no iba a tocar ese rifle y me gritaron hijo de p… agárralo”.

Para presionarlo para que agarrara el fusil, le dijeron que iban a investigar su patrimonio e incluso el de su familia ante la Oficina de Administración de Bienes Incautados (Oabi), y “estaba llorando, pero no le puse Mi mano en el rifle”.

“Luego me llevaron a las oficinas de la Dipampco donde me presentaron el rifle, la droga y las demás pruebas que tenían”, recordó Ávilla.

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