viernes, julio 26

Los colmados se utilizan para vender drogas en el Centro Histórico

La venta de drogas al por menor ya no es exclusiva de bares y discotecas, sino también de tiendas de alimentación donde los tenderos se prestan a la venta de estupefacientes. flagelo que prevalece principalmente en el Centro Histórico capitalino, según la Policía Nacional Civil (PNC).

En mayo de este año se cerraron 11 comercios a nivel nacional para la venta minorista de medicamentos, algunos de estos en la zona 1 de la capital y entre los que se encuentran tiendas de abarrotes. ubicado entre las calles 16 y 17, de 6a. a 11 avenidas, reportan los agentes de la institución policial que han participado en los operativos.

La policía reporta que las pulperías o locales que se encontraban cerrados contaban con salones y mesas detrás de los estantes, en los que no solo se permitía el consumo de licor sin licencia, sino también la venta y consumo de drogas.

Respecto a si los comerciantes son amenazados con vender estupefacientes, los investigadores policiales afirman que lo hacen «por su voluntad», ya que reciben determinadas ganancias y el control de esas ventas. Provienen de dos estructuras criminales que operan desde la zona 3 de la capital, principalmente del grupo denominado el Cara dura.

También se han realizado operativos policiales en hoteles ubicados en el Centro Histórico, principalmente en los situados el día 9. avenida, entre las calles 14 y 17, ya que son utilizadas para el consumo de drogas.

El cierre de estos negocios se lleva a cabo a partir de denuncias de vecinos, quienes también denuncian que en estos lugares, además de vender bebidas alcohólicas de manera irregular, se fomenta la prostitución.

Cierre de bares

El pasado fin de semana se informó del cierre del bar y discoteca Shai Wa, ubicado muy cerca de la Casa Presidencial. Según la PNC, el cierre se realizó durante los operativos diarios coordinados por la multisectorial contra el delito de trata de personas y para localizar comercios que no cuentan con licencias de funcionamiento. En el caso de ese negocio, se determinó que no contaban con las medidas de higiene establecidas por el Ministerio de Salud, pero también tuvieron varias quejas de vecinos por el “volumen excesivo de música durante la madrugada”.

Los agentes indican que estas denuncias no son nuevas, ya que las quejas de los vecinos son recurrentes contra varios locales de esa zona, principalmente por el ruido estridente que provocan y porque sólo cierran las puertas para cumplir con la ley seca, aunque continúan con la venta de licores durante las primeras horas y permitir el ingreso de más personas.

Investigadores afirman que el problema en el Centro Histórico y otras zonas de la capital es que cuando los negocios cierran por falta de licencias y otras situaciones, los mismos dueños abren el negocio nuevamente y en el mismo lugar, y solo cambian el nombre. . Lo mismo ocurre con los colmados que fueron cerrados por venta de droga, ya que sólo contratan tenderos para reemplazar a los detenidos.

Edwin Monroy, vocero de la PNC, dice que los operativos multisectoriales en los que participan instituciones como el Instituto de Migración, la Fiscalía General de la República y el Ministerio Público, También tienen como finalidad verificar que no se venda licor a menores de edad y que las personas que lo consumen no porten armas de fuego.

“Aunque tengas licencia para portar, hay que prevenir incidentes y no se puede permitir que una persona entre a un negocio armada para consumir licor. Verificamos que los comercios cumplan con esas restricciones”, afirmó.

Las denuncias, según Monroy, también son constantes por peleas en la vía pública.

Desde años anteriores, el Centro Histórico tiene un historial de operaciones donde varios negocios han sido cerrados. En 2015, el Juzgado de lo Municipal de la capital ordenó el cierre de 18 locales comerciales ubicados en el noveno. avenida, entre las calles 15 y 18 de la zona 1 de la capital, que operaba de manera ilegal.

Entre los establecimientos cerrados se encontraban bares, cantinas, cevicherías y cafeterías, que, según los avisos colocados en las puertas, incumplían los acuerdos de ordenamiento territorial y revitalización del Centro Histórico.

El problema de los negocios sin licencia que sirven como puntos de distribución de drogas no es exclusivo de la zona 1, dicen los agentes. También han sido reportados en las zonas 3, 7 y 11 de la capital.

Recomendaciones

Como parte de las acciones para rescatar esta parte de la Ciudad de Guatemala, las autoridades de la Dirección del Centro Histórico y del Municipio Capital han recomendado a los empresarios instalar mitigadores de sonido, ya que la mayoría de los negocios no cuentan con estos accesorios.

Uno de los requisitos para que un negocio pueda operar en esa zona es que no supere los 65 decibeles. Para medir estos parámetros, han recomendado la adquisición de dispositivos específicos para tal fin, y también la colocación de una doble puerta para “encerrar el sonido”, entre otros aspectos técnicos.

Ricardo Rodríguez, exdirector del Centro Histórico, afirma que persiste el problema de la venta de drogas aproximadamente el día 7. avenida y calle 9, en la zona 1, debido a la cantidad de bares y discotecas alrededor de ese sector.

Rodríguez confirma que algunos negocios optan por abrir por un tiempo hasta que las autoridades se dan cuenta de que no tienen licencias, luego abren el negocio con otro nombre.

“Hay bares y restaurantes que llevan funcionando en el Centro Histórico hasta 50 años y no han tenido problemas porque tienen licencias”, afirma.

“Cerrar negocios no es la solución, las autoridades deberían acercarse a los dueños e intentar que solucionen su situación pero también cumplan con los requisitos de operación”, agregó.

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