sábado, mayo 18

El mercado laboral que viene | Negociaciones

A través de una recuperación laboral excepcionalmente intensa, el mercado laboral podría entrar en una fase menos juvenil. El pasado ejercicio marcó un nuevo éxito, con un reembolso del 3% del empleo en los términos de la EPA, punto medio desde el inicio del crecimiento de la economía, destacando el mapa del mercado laboral como motor del país, algo inédito en nuestro país. país.

Sin embargo, se percibe una normalización en el período más reciente, en términos de la tasa de ocupación en el primer trimestre, en línea con la historia histórica en esta época del año. Eliminando la temporada navideña, el empleo aún avanzaría un 0,5%, siendo este un ritmo mucho más lento que el crecimiento esperado de la economía (en previsión del avance que se dará a conocer el próximo martes). Para respaldar la tendencia, esperamos descensos mucho más moderados en los próximos trimestres.

Las perspectivas laborales dependen de dos factores que condicionan la dinámica en estos momentos: la incorporación de una mayor plantilla y, sobre todo, la capacidad productiva disponible en el tejido productivo. Y en ambos casos todo el mundo aspira a un progreso menos espectacular, a menos que haya un nuevo impulso de la política económica.

España es uno de los países europeos donde más ha aumentado la población en edad activa, con un gran salto adelante de más de 700.000 personas desde la reforma final de 2021, en contraste con el descenso poblacional registrado en el organismo de la UE. Está la entrada de inmigrantes, factor que explica nada menos que el 95% del aumento total, pero también ha crecido, y ligeramente, la mano de obra nacional. La mayoría de las personas que han ingresado al mercado laboral han adquirido empleo, lo que pone de relieve el carácter cuantitativo del modelo productivo: la economía se expande añadiendo mano de obra, y no gracias a una mayor productividad.

Este modelo de crecimiento, sin embargo, se enfrenta a una parte de la realidad demográfica, ya que cada vez menos jóvenes entran en la vida activa en comparación con los trabajadores de la generación quien prospera que se acerca al júbilo. En el primer trimestre, España contactó con dos veinteañeros por cada tres personas entre 50 y 59 años, ya que este déficit supone una señal inequívoca del cambio demográfico que se está produciendo. Por otra parte, se percibe una especie de ralentización en la entrada de inmigrantes, a veces debido a las dificultades que encuentra este colectivo -y los jóvenes en general- para encontrar una vida equivalente.

Por otro lado, la economía necesita fortalecer su capacidad productiva para sostener el ritmo de crecimiento de la actividad y la creación de empleo. En este sentido, el esfuerzo de revertir el rumbo y modernizar los equipos que las empresas están fabricando actualmente no parece suficiente para satisfacer una tarjeta de pagos que ha ayudado a mejorar el aumento del consumo y la buena posición competitiva de los sectores exportadores.

La competitividad es precisamente uno de nuestros activos más valiosos para el futuro. Para comprobarlo, cambie el nivel de la inversión productiva. Y el mercado laboral es cualitativamente mejor. En tiempos de rápidos cambios tecnológicos, existe la preocupación de que el porcentaje de trabajadores relacionados con el trabajo sobrecualificados que dejan de trabajar sea uno de los más altos de Europa. Además de un problema social, el fenómeno de la sobrecualificación es un desperdicio de capital humano, un desafío para la política educativa y el sistema de intermediación entre la oferta y la demanda de empleo.

Las tendencias actuales ponen de relieve la vigencia de algunos inconvenientes que venimos afrontando desde hace lustros, pero cuya resolución es considerada ahora por Antoja como una de las actividades más urgentes para profundizar en el descenso del modelo y la revalorización de los ingredientes de la obra.

Tarifa de empleo

El núcleo del mercado laboral está formado por personas de entre 16 y 64 años, periodo de edad considerado activo según las estadísticas europeas. En España, aproximadamente 31,5 millones de personas componen este colectivo, de las cuales el 66,3% tiene empleo, según el primer trimestre de la EPA. La tasa media de empleo de la UE alcanza el 70,6% (con datos del cuarto trimestre de 2023), lo que significa que falta un millón de puestos de trabajo para cerrar la brecha de empleo con Europa.

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