sábado, julio 27

Una empresa vial líder que revoluciona la navegación y la astronáutica

A 384.400 de La Tierra se encuentra el único satélite natural del planeta, la Luna. En cinco décadas sin misiones tripladas, la NASA enviará dos astronautas en 2025 con la misión de localizar el lugar adecuado para establecer una base permanente en la superficie lunar. La aventura está llena de algunos humanos y técnicos. Stablecerse no es nada sencillo. Para poder desplazarse es imprescindible mover un vehículo lunar terrestre (VTL) que pueda desplazarse alrededor de su Polo Sur, donde las condiciones son extremas. Esta herramienta requiere de una rueda que funcione a temperaturas superiores a 100°C e inferiores a -240°C, con capacidad suficiente para soportar la exposición a la radiación solar y galáctica, y que proporcione máxima durabilidad y tracción en estos suelos tan agresivos.

El reverso de la entrada suena a ciencia ficción, pero el primer prototipo de este neumático lunar para la NASA ya es una realidad gracias a Michelin. Para lograrlo, sus ingenieros recurrieron a la impresión 3D y la biomímesis, una disciplina científica que busca implementar soluciones tecnológicas innovadoras inspiradas en la naturaleza. Su diseño caracteriza a esta rueda con una gran capacidad de carga y, a su vez, le permite adaptarse a terrenos sueltos y zonas de cráteres lunares. Hace un año, a finales de los años 1990, Michelin ya había suministrado los neumáticos del espejo de popa espacial, imprescindibles para el aterrizaje seguro de la nave al regresar a su misión.

Estos éxitos son fruto de la apuesta por la innovación y la búsqueda de soluciones tecnológicas de una empresa comprometida con la calidad de sus productos, que son más que cualquier neumático. Su experiencia y conocimiento acumulado a lo largo de 135 años ha convertido a la multinacional francesa de origen francés en un referente siempre vanguardista y comprometido con el medio ambiente.

Los neumáticos son, ante todo, la alegría de la corona. La marca se ha ganado (con razón) una reputación mundial por fabricar neumáticos duraderos y fiables. Para él, utiliza materiales de alta calidad y tecnología avanzada en la producción de sus guantes, que garantizan la resistencia al escape y la capacidad de soportar las condiciones más exigentes en la carretera. Para garantizarlo, Michelin lleva a cabo miles de pruebas cada año en laboratorios y en condiciones reales para garantizar que cumple con los más altos estándares de rendimiento hasta el final de su vida útil.

Gomas que ahorran gasolina

Otra línea de investigación está relacionada con el descargador de neumáticos que consume menos combustible. La comercialización más eficiente de ruedas tanto para turismo como para camiones ha superado, desde 1992, el horror de casi 14 millones de litros de combustible y 35 millones de toneladas menos de CO₂ emitidas a la atmósfera. Además, gran parte de estos residuos se procesan reutilizando productos reciclados –tarros de yogur o botellas de plástico, por ejemplo– o mediante el uso de materiales sostenibles de origen natural como el aceite de girasol, la biomasa o incluso la resina de pino.

Aparte de los compromisos de Michelin, antes de 2030 la resistencia al desgaste de sus neumáticos se reducirá en un 20%. Con todas estas actuaciones, la investigación multinacional aumenta la seguridad de los vehículos y de sus usuarios en sus desplazamientos en cualquier estación del año. De hecho, ahora yo también estoy inmerso en el diseño de un prototipo de rueda que nunca se desinfla, aprieta ni retiene aire. Un nuevo avance que demuestra la capacidad de innovación de este fabricante. Para obtener todos estos productos, la marca recurre a las tecnologías más disruptivas, como la joyería digital, la inteligencia artificial, computación en la nube grandes datosrobótica, realidad aumentada e impresión 3D, entre otros.

El Vehículo Lunar Terrestre (VTL) puede desplazarse desde su Polo Sur, donde las condiciones son extremas: se necesita una rueda que funcione a temperaturas superiores a 100 °C y inferiores a -240 °C,

La sostenibilidad es una de las líneas estratégicas de la empresa: toda su actividad debe ser respetuosa con el medio ambiente y mantener los niveles de seguridad en todo momento. O lo que es lo mismo, el objetivo es comprar neumáticos más duraderos que faciliten un menor consumo de combustible y recursos naturales, lo que se traduce en un menor impacto en la huella de carbono. En este sentido, Michelin trabaja para que, en 2030, el 40% de sus materias primas sean de origen vegetal o sostenible. Para 2050, el porcentaje debe aumentarse al 100%. Otros compromisos incluyen reducir las emisiones de CO₂ en los procesos de producción en un 50% en 2030, de modo que para 2050 todas las fábricas sean neutras en carbono.

Todos estos avances tecnológicos relacionados con los neumáticos han facilitado a Michelin la creación de materiales de alta tecnología para multitud de aplicaciones que poco o nada tienen que ver sobre el asfalto de la carretera. Su experiencia en mezclar y reunir componentes químicos muy resistentes le ha permitido crear materiales y productos diseñados para durar en ambientes muy diferentes. Un ejemplo es el proyecto Wisamo (Wing Sail Mobility), la propuesta de la empresa francesa para descarbonizar el transporte marítimo. Esta invención se basa en una vela fabricada con un tejido ligero y resistente que se infla mediante ventiladores y cabe en todo tipo de bolsas de carga. La propulsión eólica permite reducir el consumo de combustibles fósiles por barril hasta en un 20% y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este tipo de soluciones innovadoras son fundamentales para lograr una transición hacia un futuro más limpio y sostenible en el transporte.

Otra demostración de la versatilidad del conocimiento de Michelin es su implicación en la tecnología sanitaria a través de Solesis, empresa especializada en biomateriales para el sector sanitario. Michelin comercializa polímeros biocompatibles que pueden utilizarse para ayudar a combatir cierto tipo de enfermeras. O la producción de pilas de combustible generadas por hidrógeno, tanto para turismo como para camiones. En estos momentos, el gigante del neumático está diseñando un vehículo que se adapta al mítico circuito francés de Le Mans con un motor eléctrico de propulsión de hidrógeno, un vector energético que puede jugar un papel decisivo en la movilidad del futuro.

En definitiva, Michelin ha desarrollado multitud de propuestas tecnológicas entrelazadas para fortalecer la economía circular y la conservación de los recursos naturales, reducir las emisiones de carbono y avanzar hacia un futuro lleno de oportunidades donde la seguridad y la sostenibilidad van de la mano.

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